La inspección óptica automática (AOI- Automatic Optical Inspection) utiliza cámaras que capturan imágenes de los productos a inspeccionar, según parámetros de calidad predefinidos, que sirven para caracterizar las piezas malas entre las buenas (bad in good). Este punto es uno de los factores del éxito de los sistemas AOI, ya que las piezas defectuosas no deben ser seleccionadas como buenas y, al mismo tiempo, las piezas buenas no deben ser seleccionadas como malas, lo que podría aumentar los costes de producción. Los ojos humanos pueden identificar una amplia gama de características, pero cansan después de un tiempo, haciendo que los enfoques tradicionales requieran mucha mano de obra para garantizar niveles aceptables de confiabilidad. Una de las ventajas de los sistemas AOI es que son métodos de inspección sin contacto, por lo que son ampliamente utilizados en varias etapas de los procesos de fabricación. Los sistemas AOI se pueden construir como una máquina independiente o se pueden instalar directamente en el proceso de producción, con la ventaja de poder detectar problemas en las primeras etapas de producción, lo que ayuda a reducir el tiempo y los costes. Imágenes ilustrativas: